El negocio de los espacios de trabajo flexible genera en España en torno a 150 millones de euros repartidos en alquileres de despachos individuales, que representan 82 millones, y 68 millones que se generan a partir del resto de servicios asociados al sector, como el alquiler de despachos o salas de reuniones, salas de formación o eventos.

Empresas del sector también ven una oportunidad para descentralizar los espacios de trabajo creando coworkings fuera de las grandes ciudades, aprovechando la conectividad para seguir en contacto con otros puntos de interés dentro de la ciudad.

A escala mundial, la previsión es que el crecimiento de los espacios de trabajo flexible en las zonas colindantes de las grandes ciudades genere 229.000 millones de euros los próximos diez años. Según las compañías del sector, a los espacios de trabajo flexible todavía le queda mucho margen para crecer y asentarse como un mercado maduro y estable.

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