En estos días se están publicando muchos artículos sobre el presente y futuro de la industria de la oficina flexible, denominada frecuentemente coworking, la mayoría de ellos con información parcial y sesgada. El sector es totalmente diverso, donde conviven grandes operadores con pequeños independientes, grandes espacios con miles de metros y cientos de usuarios con pequeños espacios de menos de una decena de usuarios, ubicaciones en edificios prime en grandes ciudades con ubicaciones rurales, operadores enfocados a clientes grandes corporaciones con operadores enfocados a freelance. Esta diversidad enriquece al sector y permite que haya oferta para casi cualquier tipo de demanda.
Así pues, ante las preguntas, ¿cómo ha incidido la crisis del COVID en el sector? ¿Cómo queda el futuro del sector en el mundo postpandemia? Las respuestas son, obligatoriamente, diversas, y seguramente necesitan mayor detalle que el que un solo post en Linkedin puede abarcar. Como factores que influyen de forma diversa, dependiendo del tipo de espacio, podemos decir que:
Las reuniones y eventos desaparecieron desde el primer minuto de todas las agendas y reservas. A fecha de hoy es muy poca actividad la que hay en este aspecto.
En general, las grandes corporaciones internacionales en las grandes ciudades, aunque conservan sus contratos y oficinas, mantienen a buena parte de sus trabajadores trabajando desde sus domicilios. En cambio, las empresas más pequeñas sí que se están reincorporando en septiembre.
En las áreas financieras de las grandes ciudades, donde hay que recorrer grandes distancias en transportes públicos, hay menor afluencia de personas a las oficinas. En localidades más pequeñas, o donde se puede acceder al trabajo andando, en bicicleta o en vehículo particular, hay mayor afluencia de usuarios.
En general, el mundo de las empresas ha vuelto más a las oficinas que el de los autónomos y freelance.
Desde ProWorkSpaces, asociación que agrupa al sector de la oficina flexible, hemos podido comprobar que en todas las tipologías de espacios, la opción de la oficina flexible ha despertado enorme interés, y muchas empresas que hasta ahora utilizaban la oficina tradicional, están estudiando la posibilidad de pasar al sistema de oficina flexible. Se está facilitando mucha información y presupuestos, aunque en estos días la materialización de esas operaciones se está posponiendo hasta ver cómo comienza la actividad y las distintas regulaciones de las administraciones.
Todos los expertos del workplace coinciden en que la opción de la oficina flexible, ya en auge en PreCOVID, ha avanzado en meses lo que en situación normal hubiera avanzado en años. El futuro va a tener grandes dosis de incertidumbre, lo que obliga a las organizaciones a dotarse de organizaciones líquidas y una pieza clave de esa necesaria flexibilidad es la oficina flexible o coworking. De forma nítida, el futuro de la oficina es flexible.
Eduardo Salsamendi
Presidente Proworkspaces