Antes de esta crisis, el alquiler de estos espacios de trabajo, muy funcionales y dotados con un número cada vez mayor de servicios, crecía a un ritmo superior al 20 % anual. De hecho, grandes inversores como Colonial o Merlin Properties ya habían puesto sus ojos en España. Pero el Covid-19 ha frenado ese auge, que en el sector esperan recuperar. Eduardo Salsamendi, presidente de las dos asociaciones más relevantes a nivel nacional y europeo, hace una radiografía al respecto para NavarraCapital.es

Desde 2009, Eduardo Salsamendi es el presidente de ProWorkSpaces, la Asociación Española de Operadores de Oficina Flexible, y de la European WorkSpaces Association, la asociación a nivel europeo. Es un sector que venía experimentando un gran crecimiento en los últimos años, superior al 20 % anual, gracias a la llegada de inversores que habían propiciado la apertura de nuevos negocios, cada vez de mayor envergadura. Pero ahora, con el Covid-19, su expansión se ha estancado y nadie parece tener muy claro cuándo remontará.

“Las empresas tienen que adaptarse muy rápido y sus estructuras deben ser más flexibles. Dependiendo del trabajo que hagas, habrá días en que serás más eficiente teletrabajando y otros presencialmente. Por eso, pensamos que las oficinas flexibles crecerán”.

Al principio, los clientes más habituales eran freelancers y pequeñas empresas: “Pero, ahora, son también grandes compañías que, en lugar de hacer una inversión en unas oficinas para acoger a cien personas, prefieren tener una fórmula en la que pagan por un puesto y lo adaptan a sus necesidades. Porque, mañana, pueden ser 75 o 200 personas”.

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